viernes, octubre 21, 2005

me congelaste la mañana

Brisa matutina...
que refrescas esta sombra
arrastrada cruelmente por el tiempo,
asaltas mis evocaciones humanas.

Ya se me perdió tu rastro,
lo eclipso el olvido al que me has condenado...
esta realidad a oscuras mentiras... de tiempos maquillados,
pero... dijo el ... ¿ A quien piensas engañar?

Puedo sentir ese sonido a cascabeles,
se escucha la música fruto de tus sentidos,
aquí nada esta oculto...
está libre... como la espuma del mar.

Es jueves y aun sigo aquí,
es viernes... ya me confundí entre el pasto y el tiempo,
no podré volver a casa... estos días son la cruz.

¿Piensas volver?
Que mi piel ya necesita al sol... y su bravura colosal.
quiero compartir mi corazón... no hagas de mi un final.
Sabes tú eres mi sol... alivias mi dolor.

Tiernas sonrisas adornan la brisa
dulces miradas condimentan mi alma,
quisiera tenerlas en mi clavadas...
Tengo escondido en el bolsillo el pavor.

Ya es hora de soñar,
no podría decirle adiós a tus labios de arena
danzantes al ritmo de cada palabra liberada.

Quisiera ser paloma
tal vez Juno... y tú mi eterno Júpiter
orbitando siempre en tu espacio...
Sabes, causaste en mi una revolución.

Regálame tu corazón
y que este tácito tu amor.
No me obligues a ser solo pronombre
pues jamás hubo en mi pecho tanta ilusión.

Ya me chamusco tu fuego
no permitas que lo apague el tiempo...
Florcita de invierno, estrellita hermosa,
pedacito de pan fresco... Que alimenta cada día mi corazón y mirada.
Río sutil que me llena la memoria,
que alimenta mi sonrisa,
que me enciende cual hoguera el corazón
y me lleva en su misma estela
evidencia mi existir... marca mi universo.

Mis instintos humean ante ti,
me envían al aguacero inusual...Ya comenzó mi periplo...

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