eSTRELLADA

Aliento fruto de la zozobra… a la que estoy condenada,
Estallido… es mi corazón,
De soplido en soplido… y más zozobra.

Meces mi alma en la punta de tu lengua,
Languidece mi tarde en tu ausencia,
Ya te tengo entre mis tuétanos,
Calando fríamente en tus silencios.

Ya han pasado… si han pasado… más absurdos,
Tú y el tiempo… mi rostro trae dibujada sus secuelas…
No solo son líneas… traigo bajo mis ojos… noches cubiertas de neblina.

Llevo en la espalda, tu ausencia clavada,
Y sin una señal… preferiría una tierna puñalada, que marque mi final.
Me agitas la esperanza… quisiera ver clavado mi nombre en tú mirada,
Pero me condenas, sin señales, sin mañanas… ni presente.

Me vi reflejada…
Si me vi, de pasada.
Con la cara volteada,
Perdí tú mirada… ¡¡¡ Que tal ignorada!!!


Se que soy opaca,
Sin brillo ni fulgores,
Son las 8:32 p.m.
Me di cuenta que era sombra…
Confundida junto al árbol que me acompaña.

Antes, por las mañanas,
Observaba el abrir de los botones aromosos…
Los tocaba con las manos de mis ojos,
Dame la mano, hoy quiero descargar mis nostalgias,
Compartir mil fragancias.

Patética, si así suelo ser,
Me asombro caminando,
Sin verte entre los árboles huecos… tan huecos…
Y me digo: ¡¡¡ Que pecado mortal he cometido!!!

Soy humana… me di cuenta esta mañana.

Pensé que no te podría escribir…
Pero el tiempo, libero los diablos que traigo dentro…
Mi mañana con aguaceros… esos son mis sueños,
Y tú mi estrella vas colgada entre ellos.

Si no creo en un Dios... ¿Será que me volví creacionista... esta mañana?